Negro y camel son dos colores clásicos del vestuario casual, quizá por esta razón son los preferidos de muchas de nosotras para situaciones que impliquen una cierta elegancia empresarial. Son los aliados perfectos para un look de oficina, pero al ser tan neutrales pueden llegar a ser aburridos, planos o divertidos, contundentes y sexys; dependiendo de las prendas y los accesorios que escojamos. La ventaja es que estos colores no pasan de moda así que siempre estarán vigentes y serán una apuesta segura dentro de nuestros armarios.
Yo soy de las que cree en la feminidad como estilo propio, y porqué no, con algo de picante, que en mi caso lo representan las faldas tubo, como la que llevo en este outfit post. Largo: por debajo de la rodilla, así a pesar de ir ajustadas al cuerpo no pierden su elegancia. Siempre acompañadas de taconazos, para compensar la media altura y lucir más estilizada.
Pensando en un look para una reunión de trabajo por ejemplo, yo elegí este suéter básico y sobrio que tiene una espalda para el recuerdo, destapada y con lazo al cuello, así un black total look se convierte en el lienzo para que los accesorios camel sean los protagonistas, correa pequeña y a la cintura, por mi tipo de cuerpo, y bolso con carácter, donde pueda llevar todo lo que necesito para un día infinito, incluidos gafas de sol y labial divertido, para ponerle emoción.
Mis accesorios: dorados, no me gusta lo plateado, y por mi tono de piel y de pelo, tampoco me va muy bien, pero hago esta salvedad, porque el camel y el negro son un dúo tan clásico que van perfecto con cualquiera de los dos metálicos por excelencia, oro y plata. O si se animan al oro rosa, que está en tendencia y también es encantador, seguro la sacarán del estadio.
Suéter Zara – Falda Express – Bolso Mercedes Campuzano – Reloj y gafas Chilli Beans – Anillo y aretes Lina Echeverry.
Besos…
Tati
@ICONAtatiana
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