Hay cosas a las que las mujeres no podemos resistirnos, cada una de nosotras tiene sus propios antojos y entre los míos definitivamente están los postres y las joyas, una combinación que puede ser irresistible. De ahí salió este post, de un postre y un café que fui a tomarme con un gran amigo, donde terminamos hablando de todo eso que define nuestro estilo, y en mi caso las joyas obviamente tenían que salir a relucir. Para mi las joyas son magia y feminidad materializadas, hablan mucho de quien las usa, más allá de su valor material; el valor sentimental y místico – Yo muchas las uso como amuletos de buena suerte – es para mi mucho más poderoso.
Esta vez quedaron el en lente de mi querido amigo fotógrafo Walter Acosta, las joyas de Turmalina y Durando, una marca caleña que conocí hace mucho tiempo, pero había perdido de mi radar y de la cual volví a enamorarme al encontrar su página web – www.turmalinaydurando.com – donde pude ver todas sus piezas y lo mejor es que pude comprarlas de una vez por ahí, ya que esta marca de joyería aún no tiende tienda en Medellín (mi ciudad). ¡Que emoción vivir en este mundo donde la tecnología nos permite comprarlo todo por internet!
De las joyas siempre se ha dicho que son elegantes, aunque yo realmente creo que la elegancia es una característica de la persona de quien las usa, de ahí que la joyería con propuestas modernas y materiales inesperados, haya adquirido un espacio privilegiado junto a las mujeres amantes de la moda y el estilo. Todo se vale cuando se trata de identidad, más aún si es una pieza que además de sofisticación nos aporta frescura.
¿Qué es para ustedes algo irresistible?
Mientras piensan las respuesta y me cuentan yo seguiré pensando en torta de manzana con nueces, aretes de oro y anillos con rubíes. 😉
Besos…
Tati
@ICONAtatiana
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